Escándalo: Vox, cómplice de una presunta estafa monumental




Vox es cómplice de una presunta estafa; un estilo que ya es demasiado frecuente en el partido de Santiago Abascal. El digital La Gaceta, de la Fundación Disenso, adquirido por Vox a Gabriel Ariza, en realidad es propiedad de Alfonso Arteseros por dos sentencias firmes que embargaban a su favor la cabecera de La Gaceta de los Negocios.. Según El Confidencial, “la Fundación Disenso, presidida por Santiago Abascal, compra La Gaceta de Intereconomía”; El Español afirma que Vox “relanza La Gaceta”; El Cierre Digital señala que “ha adquirido el diario La Gaceta de Intereconomía que dirigía Julio Ariza, íntimo amigo de Santiago Abascal” y añade que “pertenecía a Intereconomía”. 


Según Santiago Abascal, con el nuevo digital “vamos a hacer frente a las múltiples amenazas que asedian a la soberanía y la prosperidad de nuestras naciones”; uno de los principios de la civilización es el respeto al derecho de propiedad, mal se defienden esos principios estafando, que es lo que hace Vox en complicidad con los Ariza.

El diario La Gaceta se la ha quedado Gabriel Ariza, (asesor externo de Vox al que se le ha visto recientemente cenando con el juez Castellón) a través de una sociedad llamada Lepanto Estrategy, S.L., domiciliada en la calle Nicasio Gallego, 9 de Madrid, fundada el 17 de enero de este año y cuyo administrador único es el citado Gabriel, que sigue los pasos de su padre.


En el nuevo digital, no haciendo ascos al monumental estafa, colaboran Alfonso Ussía, triste final para su colaboración periodística, el pornógrafo aficionado, Fernando Sánchez Dragó, el eurodiputado de Vox, Hermann Terstch, la influencer colombiana, o sea que no es nada, Vanessa Vallejo. Dirigidos por el negado e incompetente José Antonio Fúster, que protagonizó algunos de los más sonoros fiascos en la antigua Intereconomía, hoy El Toro TV, un alzamiento de bienes como un castillo, de Farnesio Ventures SL, con sede en Torre Pacheco, y propiedad del antiguo CEO de Polaris World, una de más sonoras estafas murcianas del ladrillo. También aparece como colaborador Marcial Cuquerella, al que diversas fuentes sitúan como miembro de la sociedad secreta pseudocatólica Yunque, y que fue un sectario e inútil director de la TV de Intereconomía.

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