Mañana será tarde.

Marlaska cesa al jefe de la comandancia de la Guardia Civil en ...
Aquí, la maquinaria se pone en marcha. Denuncias que conocen bien el estado de la justicia española. Una jueza que encarga al jefe de la Guardia Civil en Madrid que le dé cuenta a ella en exclusiva. Un informe plagado, como detalla eldiario.es y merece la pena leer hasta casi sin respirar en las comas, de clamorosos errores, bulos ya desmentidos, tergiversación de frases de los responsables sanitarios, basado en publicaciones mediáticas del peor origen. Y eso es lo que dirigía el coronel Pérez de los Cobos, a quien la jueza exigía trabajara solo para él, saltándose sus competencias. Aunque, oh maravilla, acabó publicado hasta en los propios medios fabricantes de "noticias". Y en los que han ofrecido la "exclusiva" de semejante bazofia, como TVE de nuevo, cuyos responsables deberían ser cesados de inmediato: mañana será tarde.
Lo absurdo es que el coronel Pérez de los Cobos, con su historial, ocupara algún cargo de responsabilidad, pero desde luego la chapuza de su informe es para darle unas largas vacaciones en el cuerpo. "En Catalunya, dice Neus Tomás, no sorprenden los informes con errores made in Pérez de los Cobos. Pero entonces no pasó nada". No, los del "a por ellos" estaban encantados. La adscripción directa de Pérez de los Cobos con el 23F es un bulo, pero no las acusaciones de torturas en las que él fue absuelto por falta de pruebas pero condenados e indultados miembros de su equipo. Ni la actuación en el 1-O catalán, por el que todo el mundo pudo ver cómo se las gastaban en la represión las fuerzas del gobierno del PP en España. Eso, sí, el coronel es un héroe para el Partido Popular y su concepto arcaico, autoritario y excluyente de España. Su Agustina de Ayuso suelta una proclama inadmisible desde su puesto de presidenta de la comunidad de Madrid.

Se atreve el PP a pedir explicaciones sobre nombramientos y ceses, competencia del gobierno. Osa hacerlo una jueza. Y, ya, la "oposición" tiene armada otra escandalera en su paso firme a los objetivos de desestabilización del Gobierno, no sin ayudas. El papel de ciertos medios, mayoritario, abochorna a los periodistas decentes, pero no se trata de conceptos emocionales o morales, lo que muchos están haciendo es destructivo para la sociedad. Y se les ve el plumero a distancia. Ya lo saben muchos de ustedes. Otros aún anidan en el árbol del guindo. Incluidos informadores. Hace falta ser muy ingenuo, o fingirlo, para pedir explicaciones a Vox porque no respeta el derecho a la información y no deja trabajar a periodistas in situ. ¿Pero tienen remota idea de lo que es la ultraderecha? Mira que si después de haberla lavado y promocionado, resulta que no sabían de los fines del fascismo en general.
Ahora les preocupan –dicen y resaltan- los cambios de criterio al contar las víctimas, si fueron o no por coronavirus. También ha ocurrido en otros países. Lo cierto es que ha muerto un montón insoportable de gente, asfixiados y sin la compañía de sus familiares, por el colapso de la sanidad que cercenó la misma derecha que ahora lanza cantos de sirena a los votantes. Y prepárense, que habrá más. Es que la gente se cansa del confinamiento, quiere ser libre y tocar cacerolas, e ir a las terrazas y pegarse unos a otros.
Pues también por ahí atacan al Gobierno. Leo que "dónde están sus principios". Oigo, en una de las mañanas punteras y tan demoledoras como la mayoría, que ahora el gobierno pretende que se ha acabado la pandemia y nos manda a todos a la calle. ¡Y son los mismos! Leo, oigo y veo que esto pasa por la "debilidad del Gobierno". Claro, se empeñó en preservar la salud de los ciudadanos pidiendo sucesivas prolongaciones del estado de alarma y le han exigido un altísimo e interesado precio. Eso le ha debilitado. Si cada cual va a lo suyo y no va a contar con votos suficientes, no te quemes más. Los del no o la abstención tienen sus prioridades. Total solo van a perder los ciudadanos a los que les toque la breva de la COVID-19.
Pero fíjense lo "fuerte" que es la derecha que no reúne los escaños necesarios ni con la impagable ayuda de la prensa al servicio del objetivo común. Y ahí tienen al idílico partido en proceso de reciclaje, Ciudadanos, manteniendo a Díaz Ayuso, por ejemplo, contra toda lógica.
La pandemia no ha pasado, ni siquiera ha parado de morir gente por su causa, puede haber repuntes. Cuando piensen en ellos, y más si lo sufren en sus carnes, tengan claro el proceso que nos ha traído hasta aquí. Quizás sirva para que algún día dejen de repetirse errores trágicos. De momento es mucho lo que cada ciudadano puede hacer para no alimentar a las fuentes de la subversión.
España no puede seguir así. Se están traspasando todos los límites, hay alarma social –menos incluso de la que debería- y el Gobierno legítimo debe actuar con firmeza. No se ha hecho en décadas, pero ya es cuestión de ellos o la democracia y la estabilidad. Si se permiten cuestionar hasta nombramientos y ceses, si tienen a muchos ciudadanos con la piel erizada, no se pararán ante nada. Nunca lo han hecho, por cierto. En España gobierna la derecha, o transitoriamente, mientras le dan un golpe blando o duro, la izquierda. Han de entenderlo de una vez, han de afrontarlo por fin. Limpiar todo lo podrido que permanece. Saben bien donde están esos focos contra natura. Con energía y eficacia, sin miedo, ni tibieza. Mañana será tarde.
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