Cuando el intermedio ya no es más que otro programa de una cadena manipuladora

Cuando no hay mejor castigo a un partido político que la opacidad –no mentarlo, no hablar de él–, ayer El Intermedio dedicó prácticamente tres cuartos de hora a hablar de la ultraderecha y de las “gracietas” de sus líderes.

Aplicar la coherencia ideológica en materia de información acerca de la política indeseable y de los políticos que han venido para desmantelar la política es tan complicado y tan incompatible con la necesidad de financiar un programa de televisión y las exigencias publicitarias asociadas a él, que la situación, en sí misma, explica hasta qué punto el mayor enemigo del capitalismo son los capitalistas y especialmente los neoliberales.

Los capitalistas –léase en este caso La Sexta y El Intermedio– pueden hacer con chistes una propaganda goebbeliana que si fuese directa no podría pagar ese partido, y sin embargo supongo que así le sale gratis porque no quiero pensar que haya por medio mordidas… Pero como hoy día hasta lo más disparatado, lo más absurdo y la mayor aberración son posibles sin que pase nada, y nada ni nadie hace ascos a la ocasión de hacer dinero, la denuncia está aquí servida y la sospecha también. Espero que también de ambas los guionistas de El Intermedio hagan unas cuantas gracias a cuenta de esto.

Las gracias de El Intermedio

Jaime Richart