Semblanza de Cospedal, la mujer que pudo gobernar

María Dolores de Cospedal pudo ser presidenta de España, aunque su historia comenzó ayudando a su padre en el Partido Liberal y después trepando en el Partido Popular, un rincón tan corrupto como la India del siglo XIX.
De hecho, si Cospedal abandona la política es por azar, por haber sido desbancada en el poder por Pablo Casado, pues probablemente las grabaciones en las que se la escucha urdir estratagemas mafiosas junto a su marido, López del Hierro, jamás habrían podido derribarla. Ahí está ‘M. Rajoy’, otro personaje mítico de nuestra desventurada y casi ficticia España, al que casi 400.000 euros en sobresueldos ilegales no le hicieron ni tambalearse.
Corrupción
Si algo ha marcado la carrera política de María Dolores de Cospedal han sido los escándalos de corrupción, como Lezo o Gürtel, pero no solo los suyos, también los de su marido, el empresario Ignacio López del Hierro. Castilla La Mancha, el Partido Popular o las Fuerzas Armadas han visto reforzada con su presencia la corrupción y la protección de los corruptos, aunque seguramente pasará a la historia por la condena del Partido Popular por corrupción mientras ella lo dirigía, así como el rallado físico de los discos duros de Bárcenas o su “despido en diferido”.
Incompetencia
En las Fuerzas Armadas no tuvo jamás la más mínima intención de emprender una regeneración que cada vez resulta más acuciante. No solo eso, sino que recientemente hemos sabido que fue capaz de paralizar la fabricación de las fragatas F-110, que no necesitamos, para que se pudieran introducir en ellas los misiles de la empresa, MBDA, del exministro Pedro Morenés. No solo eso, sino que también gastó 9,5 millones de euros en que la misma empresa evaluara el misil que les quería vender.
Fue, además, responsable de perpetuar la infamia del submarino que ni flotaba ni se propulsaba, así como del avión de transporte militar con tan graves carencias que quisimos devolver la mitad de las unidades. En total, por el sumidero de sobrecostes se perdieron 3.800 millones de euros. Y por si no fuera suficiente, embarcó a España en otro ‘ciclo inversor’ de 30.000 millones de euros y se comprometió a subir el gasto militar hasta, al menos, el 1,5%. De poco más de 5.000 millones de euros a más de 20.000 millones de euros anuales.
Negligencia
Permitió, a pesar de las denuncias realizadas, que vehículos como los BMR o los Lince continuaran de servicio a pesar del tétrico historial de muertes que atesoraban. Casi cuarenta. Por ello, en solo dos semanas entre mayo y junio, fallecieron cuatro militares en tres accidentes. Tres en BMR (uno arrollado) y uno en Lince. Siempre será responsable de esas muertes, aunque no haya, como en otros casos, jueces en este país para condenarla.
Ambición
Cospedal siguió al pie de la letra las cátedras de Vicente Sanz, ex secretario general del PP de Valencia condenado por abusos sexuales, cuando afirmó “estoy en política para forrarme” o Eduardo Zaplana, exministro y portavoz del Gobierno, cuando aseveró que “me tengo que hacer rico porque estoy arruinado”. Con esa máxima llegó a acumular tal cantidad de cargos, nóminas y poder en el PP que hasta sus compañeros de partido se sintieron incómodos. Y no es que parezcan precisamente personas de fácil incomodar. Ella llegó a cobrar, según Emilio García Page, de hasta cinco nóminas y su marido acaparó hasta cuatro cargos como consejero de cuatro grandes empresas. De hecho, una frase sobre su marido, López del Hierro, se hizo famosa cuando Ignacio González aseguró que “cobra bajo cuerda de 27.000 sitios” dejando muy claro el comportamiento avaricioso del mismo (en su opinión). Quizás, por ello, en la misma conversación Ignacio González se refirió López del Hierro como un “gilipollas de mierda”.
Inhumanidad
Mientras estuvo al frente del ministerio de Defensa se mostró tan inflexible como inhumana con los militares despedidos al cumplir los 45 años o con los miles de discapacitados expulsados. Valga como ejemplo que mientras se expulsaban a los militares por una cuestión de edad el ministerio contrataba por varios millones de euros a empresas de seguridad en contratos que no cumplían con la legalidad. No solo eso, no tuvo el más mínimo gesto humano con los familiares de los fallecidos en negligencias, con los heridos en negligencias y tras fotografiarse con los familiares del Yak-42, a los que pidió perdón públicamente, no tuvo reparos en traicionarles y abandonarles. Llegó incluso a rechazar indemnizarles.
Embustes
Si por algo es conocida María Dolores de Cospedal es por sus reiteradas mentiras, rozando lo patológico. Cospedal, quizás, algún día repase su carrera política y se pregunte cómo pudo haberse comportado así. O quizás no. Pero lo cierto es que no tuvo reparo en negar la continuidad laboral de Bárcenas, la condena del Partido Popular por financiación ilegal o los pagos en B de su marido López del Hierro o ‘M. Rajoy’. Mítica será para siempre su explicación del ya mencionado ‘despido en diferido’ de Bárcenas.
Crueldad
La ex ministra de Defensa, como lo fue Pedro Morenés o lo es ahora Margarita Robles, no tuvo el mayor problema en vender armas a los sauditas. Con ella y Pedro Morenés en el ministerio se vendieron casi 1.200 millones a la coalición dirigida por Arabia Saudí que ha causado más de 6.000 civiles muertos y más de 10.000 civiles heridos. De ellos, más de 5.000 niños. Absolutamente atroz.
‘Camorrismo’
Los comportamientos mafiosos, como se han revelado recientemente, tampoco le fueron en absoluto extraños: no tuvo el mayor problema en espiar a Javier Arenas, compañero de partido con el que mantenía una disputa, aunque lo hiciera para “cumplir con su obligación”. Tampoco tuvo inconvenientes en intentar conseguir información del hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba para hallar “su punto débil”.
Deslices
Pero Cospedal también será recordada por la estupidez destilada de una broma televisiva cuando unos cómicos rusos se hicieron pasar por el ministro de Defensa de Letonia y le hicieron creer que la mitad de los turistas eran espías rusos. Más grave fue, todavía, que diera credibilidad a que Puigdemont fuera un agente ruso conocido como ‘Cipollino’ o que Letonia estuviera en disposición de enviar militares para intervenir en Catalunya.
Y aun así pudo gobernar…
Decía Kipling sobre los estados nativos del Imperio Británico, algo parecido a lo que es España para Europa, Occidente y el Capital, que “no entienden que a nadie le importa un bledo la administración interna de los estados nativos, siempre y cuando la opresión y la criminalidad se mantengan dentro de un límites decentes y el gobernante no permanezca drogado, borracho o enferme del primer al último día del año”.
Realmente, a nadie le importa España; por lo que se ve, ni a los españoles.
Luis Gonzalo Segura, ex teniente del Ejército de Tierra y autor de El libro negro del Ejército español

Dos rubias muy peligrosas, quizás ambas acaben pronto entre rejas tendrán que cubrir el cupo de igualdad en el PP.................


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