El teniente coronel Area advierte a los dirigentes separatistas: “No les quepa la menor duda que si no entran en razón, nos quedaría la solución armada con toda su contundencia”
En la columna publicada este jueves, el militar reflexiona sobre el conflicto catalán, aunque también alude al País Vasco, al que se refiere como "Vasconia". En él plantea que aunque se han abordado "declaraciones teóricas de solución", no es "ajeno a las soluciones derivadas de la aplicación de la violencia legítima que, como última salida y si no entran en razón las partes, el Estado tiene la obligación de aplicar antes, durante y después del estallido real del enfrentamiento civil".
"Lo que sí me queda claro como sociólogo es que existe un problema que hay que solucionar con la buena voluntad de las partes, pero que, si ésta no existe, como militar nos quedaría la solución armada en la que se aplicará la Ley de Estados [Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio] con toda su contundencia", reseña. En declaraciones a esta redacción asegura que la "solución armada" a la que alude sería planteada de forma "legal" y con el "beneplácito del Gobierno".
Aunque en el artículo no se dirige de forma explícita al presidente de Gobierno, Defensa tendrá que dilucidar si hay una interperlación a él en el párrafo inicial: "A medida que las nuevas circunstancias pluralistas han ido descomponiendo la unidad de los sistemas de valores, han aparecido diversas reacciones posibles a las que pueden recurrir las sociedades y sus dirigentes políticos responsables para lograr la cohesión social que tu (sic) estás dilapidando con la Ley de la Memoria Histórica, el conflicto catalán, el conflicto vasco y tus alianzas con la extrema morada izquierda que quiere dilapidar la Nación española como los artistas políticos del sexenio revolucionario", comienza reseñando. En conversación con eldiario.es, el autor no ha querido confirmar si se estaba dirigiendo al presidente de Gobierno en este párrafo ni ha querido identificar al receptor de este planteamiento.
Críticas a Podemos
Este oficial en la reserva también considera que "en el crisol de las sociedades pluralistas resulta posible la 'estrategia de la vuelta atrás' fomentando valores y actitudes en unas sociedades, como la vasca y catalana, de adoctrinamiento en el odio y el rencor que se está divulgando o desarrollando en todo el territorio nacional". "Prácticamente todas las sociedades humanas experimentan conflictos, como los provocados por Podemos en lo referente a los intereses de clase, aspiraciones políticas como la tuya personal o animadversión étnica como los partidos identitarios", continúa planteando.
Además, continúa reseñando que "la solución a los problemas que tenemos en nuestra Patria no se puede hallar en el restablecimiento de valores del pasado, específicamente de la II República, perdidos durante los 40 años del Régimen del Generalísimo, el perdón de los padres de la Constitución de ambos bandos y otros 40 años de democracia".
Esta es la tercera investigación que abre el Ministerio de Defensa a militares que mantienen una relación con las Fuerzas Armadas por unas manifestaciones públicas. Una vez que nombren a un instructor, el procedimiento estará bajo información reservada. En la misma situación se encuentran las declaraciones realizadas esta semana por los cinco oficiales en la reserva que suscribieron el manifiesto que exalta al dictador Francisco Franco.
También han actuado de la misma forma contra el cabo en activo Marco Antonio Santos, que suscribió el comunicado que rechazó la declaración franquista apoyada por centenares de altos cargos. Asimismo, la Guardia Civil decidió iniciar una actuación contra el agente de que también ratificó este escrito antifranquista. El régimen de las Fuerzas Armadas recoge como faltas graves y muy graves las expresiones contrarias al Estado e infringir la neutralidad política y contempla sanciones como una multa económica de ocho a quince días, un arresto de quince a treinta días o ser expulsados del Ejército.
Laura Galaup
Artículo de opinión en el diario ultraderechista Alerta Digital.
Enrique Area Sacristán.- A medida que las nuevas circunstancias pluralistas han ido descomponiendo la unidad de los sistemas de valores, han aparecido diversas reacciones posibles a las que pueden recurrir las sociedades y sus dirigentes políticos responsables para lograr la cohesión social que tu estás dilapidando con la Ley de la Memoria Histórica, el conflicto catalán, el conflicto vasco y tus alianzas con la extrema morada izquierda que quiere dilapidar la Nación española como los artistas políticos del sexenio revolucionario.
La solución a los problemas que tenemos en nuestra Patria no se puede hallar en el restablecimiento de valores del pasado, específicamente de la II República, perdidos durante los 40 años del Régimen del Generalísimo, el perdón de los padres de la Constitución de ambos bandos y otros 40 años de democracia en los que no se han tenido en cuenta valores como la venganza, el rencor y la confrontación renacidos por tu irresponsable dirección sino todo lo contrario.
En el crisol de las sociedades pluralistas resulta posible la “estrategia de la vuelta atrás” fomentando valores y actitudes en unas sociedades, como la vasca y catalana, de adoctrinamiento en el odio y el rencor que se está divulgando o desarrollando en todo el territorio nacional.
Actualmente, el pluralismo no es sólo un fenómeno presente dentro de las Comunidades Autónomas, sino también entre ellas al percibir unos desequilibrios de reparto económico y poblacional absolutamente injustos y desequilibrados fruto de la discriminación positiva que impulsó, precisamente quien ahora es denostado: el Generalísimo.
La interacción entre Comunidades implica inevitablemente conflictos normativos de uno u otro tipo, sin que importe si se cree de verdad en las diferencias normativas o si sólo se utilizan para justificar intereses particulares enfrentados.
Prácticamente todas las sociedades humanas experimentan conflictos, como los provocados por PODEMOS en lo referente a los intereses de clase, aspiraciones políticas como la tuya personal o animadversión étnica como los partidos identitarios.
Las sociedades que conforman la Nación se mantienen unidas por diversas fuerzas, intereses comunes, la mera costumbre, la falta de alternativas, un bienestar económico razonable, una experiencia histórica común y concepciones compartidas acerca de sus adversarios y de sus aliados, consolidadas todas ellas por medio de las Instituciones que en España tienen diferentes objetivos dentro de un mismo sistema y que desde algunas de ellas se quieren corromper desde dentro por movimientos antisistema e inconstitucionales desde el más estricto sentido del término. No hace falta ser un sociólogo durkheimiano ortodoxo para aceptar que, tarde o temprano, nuestra sociedad se verá en problemas graves como están ya ocurriendo si no se encuentra aunada por orientaciones normativas comunes que no siempre han sido promulgadas por instituciones oficiales como el Estado, la Iglesia o tal o cual Movimientos ideológicos. Se trata de tradiciones normativas dadas por supuestas, en nuestro caso por la Constitución y la fase de transición, difundidas entre la población y mantenidas por lo que Thomas Luckmann ha denominado la “comunicación moral en la vida cotidiana” que tu has crispado. Sin embargo, si tomamos la expresión en un sentido estrictamente sociológico, esas tradiciones también deberían estar institucionalizadas de manera formal e informal.
Muchas de las Instituciones de mediación de esta sociedad están comprendidas bajo la expresión de “sociedad civil” prácticamente inexistente en España por lo que la labor de mediación la deben hacer las Instituciones formales que los supuestos líderes dirigís.
Pero, por otro lado, se deben señalar también los límites de estas Instituciones intermediarias como ocurre en Cataluña con los Ayuntamientos, la Generalidad, los medios de comunicación, o los Mosos que discriminan a la mitad de la población, para la solución del conflicto ligado a la identidad cultural que, hasta no hace mucho tiempo y por motivos particulares, eran étnicos y religiosos que erosionan hábitos de civilidad y polarizan la sociedad en campos ideológicos antagónicos.
Concluyo así, que las instituciones de mediación en Cataluña y Vasconia deben reducir su intensidad hacia una de las partes para no exasperar a las mismas por activa o por pasiva e indicar la importancia de atender al carácter de las ideas y los valores que deben inspirar a estas.
Me consta que todo lo dicho o gran parte de ello son declaraciones teóricas de solución de conflictos, pero no soy ajeno a las soluciones derivadas de la aplicación de la violencia legítima que, como última salida y si no entran en razón las partes, el Estado tiene la obligación de aplicar antes, durante y después del estallido real del enfrentamiento civil. Lo que sí me queda claro como sociólogo es que existe un problema que hay que solucionar con la buena voluntad de las partes, pero que, si ésta no existe, como militar nos quedaría la solución armada en la que se aplicará la Ley de Estados con toda su contundencia, pero, eso sí, sin rencor por nuestra parte ni ánimos de venganza que para eso somos profesionales y ustedes españoles, aunque no les guste. No les quepa la menor duda a los dirigentes de todas las partes en lid.
*Teniente Coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca.
Hoy en día la capacidad de peloteo no para de sorprendernos. La última muy reciente. Nuestro colaborador, el Teniente Coronel de Infantería, DEM y Doctor en Sociología por la Universidad de Salamanca, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército, acaba de ser cesado "por pérdida de confianza".
Es decir, que antes sí era una persona de confianza y ahora no. En el ínterin, un artículo titulado "Los Falsarios", en el que con demasiada delicadeza cumple con su deber, emanado del artículo 8º de la constitución: defender la unidad de España. Porque ahora resulta que los militares pueden "pensar" en la unidad de España, pero calladitos, no vaya a ser que alguien les secunde y se les acabe el "chollo" a esa caterva de partidos nacionalistas, que de ese cuento viven. Eso sí, a cambio de ello, redondean el voto de los partidos nacionales, facilitándoles sus también obvios beneficios de todo tipo.
Y lo peor es que siempre hay un compañero, a quien Dios no le alumbró con el don de la sapiencia, que se pliega ante los políticos de turno, haciéndoles el trabajo sucio. Señor Coronel Jefe de Estudios, es usted quien acaba de perder la confianza de los españoles, que somos, en definitiva, los que le pagamos para que nos defienda. Y es muy sencillo hacerlo. Imite usted a Quevedo: "No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca, ya la frente, silencio avises o amenaces miedo". Y eso se lo dijo, nada más y nada menos, que al Conde Duque de Olivares. Señor Coronel Jefe de Estudios, no nos explicamos por qué no se dedica usted a otra profesión, pues no parece tener vocación militar. Le falta valor, aparentemente. Dios le dé larga vida, pero a ser posible fuera de los Ejércitos. Usted no parece valer para esto. Y antes de irse o dimitir, o puede que incluso ser cesado, porque no crea que sus ordenantes le consideran algo de particular, procure ser leal con sus inferiores, que se lo merecen. Esos sí que son sus verdaderos compañeros, no lo dude.
Por otra parte, nuestro cariño y solidaridad con el Teniente Coronel de Infantería Don Enrique Área Sacristán. Es un orgullo haber contado con él y seguir contando en el futuro. Un profesional como la copa de un pino que nos hace mantener la esperanza de que nuestras Fuerzas Armadas sean capaces de mantener el Honor y la Lealtad al pueblo, como milenariamente han hecho. Y si tuviésemos que contratar hoy en día a una persona de confianza para temas de seguridad, no lo dudaríamos: Enrique Área es nuestro hombre. ¡Ánimo, Enrique, mi Teniente Coronel!: "ladran, luego cabalgamos". Un abrazo muy fuerte de todos. Estamos siempre contigo.
*Teniente Coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca.
Hoy en día la capacidad de peloteo no para de sorprendernos. La última muy reciente. Nuestro colaborador, el Teniente Coronel de Infantería, DEM y Doctor en Sociología por la Universidad de Salamanca, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército, acaba de ser cesado "por pérdida de confianza".
Es decir, que antes sí era una persona de confianza y ahora no. En el ínterin, un artículo titulado "Los Falsarios", en el que con demasiada delicadeza cumple con su deber, emanado del artículo 8º de la constitución: defender la unidad de España. Porque ahora resulta que los militares pueden "pensar" en la unidad de España, pero calladitos, no vaya a ser que alguien les secunde y se les acabe el "chollo" a esa caterva de partidos nacionalistas, que de ese cuento viven. Eso sí, a cambio de ello, redondean el voto de los partidos nacionales, facilitándoles sus también obvios beneficios de todo tipo.
Y lo peor es que siempre hay un compañero, a quien Dios no le alumbró con el don de la sapiencia, que se pliega ante los políticos de turno, haciéndoles el trabajo sucio. Señor Coronel Jefe de Estudios, es usted quien acaba de perder la confianza de los españoles, que somos, en definitiva, los que le pagamos para que nos defienda. Y es muy sencillo hacerlo. Imite usted a Quevedo: "No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca, ya la frente, silencio avises o amenaces miedo". Y eso se lo dijo, nada más y nada menos, que al Conde Duque de Olivares. Señor Coronel Jefe de Estudios, no nos explicamos por qué no se dedica usted a otra profesión, pues no parece tener vocación militar. Le falta valor, aparentemente. Dios le dé larga vida, pero a ser posible fuera de los Ejércitos. Usted no parece valer para esto. Y antes de irse o dimitir, o puede que incluso ser cesado, porque no crea que sus ordenantes le consideran algo de particular, procure ser leal con sus inferiores, que se lo merecen. Esos sí que son sus verdaderos compañeros, no lo dude.
Por otra parte, nuestro cariño y solidaridad con el Teniente Coronel de Infantería Don Enrique Área Sacristán. Es un orgullo haber contado con él y seguir contando en el futuro. Un profesional como la copa de un pino que nos hace mantener la esperanza de que nuestras Fuerzas Armadas sean capaces de mantener el Honor y la Lealtad al pueblo, como milenariamente han hecho. Y si tuviésemos que contratar hoy en día a una persona de confianza para temas de seguridad, no lo dudaríamos: Enrique Área es nuestro hombre. ¡Ánimo, Enrique, mi Teniente Coronel!: "ladran, luego cabalgamos". Un abrazo muy fuerte de todos. Estamos siempre contigo.
Vete a la mierda teniente general en retaguardia es decir; un cerdo de anteayer. Primo pringado.
ResponderEliminarDecirle a ese mhouta de militar , que su familia seran las primeras en desangrarse .
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